viernes, 2 de julio de 2010

En el cielo ya se anunciaba,
la purificadora lluvia que limpia la tierra y mi alma
llegará.
El sol renacerá entre las montañas
un nuevo amanecer.
Atrás quedarán dudas y tristes vientos de dolor.
Las fuerzas renovadoras emergen de la tierra
para poder volar con el corazón firme
atravez del infinito mar del cielo.


[1.1.12477]

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